La democracia sitiada

LA DEMOCRACIA SITIADA
[Democracy under siege]

Osvaldo Guariglia
Centro de Investigaciones Filosóficas (Argentina)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Argentina)
osvaldoguariglia@speedy.com.ar
Miñones 2073, C1428ATE, CABA, Argentina

 

RESUMEN
La democracia moderna buscó resolver los dilemas que le presentaban los encontrados elementos provenientes de distintas tradiciones por medio del doble recurso de la representación que permitía incorporar los intereses contrapuestos de la ciudadanía en un cuerpo colegiado reducido, dentro del cual era posible la deliberación y el acuerdo, por un lado, y la elección universal de los representantes y mandatarios por períodos acotados, por el otro. A esta concepción de la democracia dentro del marco de una constitución republicana se opuso desde las primeras décadas del siglo XX otra que rechazaba toda forma de parlamentarismo, de discusión y deliberación pública en nombre de una “democracia” basada en la identidad y homogeneidad de una masa bajo la conducción hegemónica de un partido, centrado en la voluntad y la decisión de una cúpula dirigente y de un líder carismático, que se alzaba como único representante de los intereses de aquella. Ambas formas, la estricta y la desviada, de democracia están bajo el acoso de las fuerzas desencadenadas por la globalización y la transnacionalización y tienden a convertirse en oligarquías ajenas y contrarias a la ciudadanía y restrictiva de sus derechos.

En las democracias parlamentarias liberales, el imperativo funcional proveniente del sector financiero se canaliza mediante un gabinete de crisis que metaboliza las demandas y las transforma a través de un manejo presupuestario cambiante, destinado a imponer siempre nuevas penurias al grueso de la población, sin que ésta pueda contrarrestarlas más que por la protesta. Dado el trasfondo constitucional con su profundo entramado democrático que tienen estos regímenes, la paulatina transformación de la Unión Europea en un espacio transnacional regido por un “club de jefes de estado” ha hecho más evidente el desvío oligárquico en su evolución post-crisis.

En las democracias plebiscitarias, el cambio se hizo mediante un repliegue soberanista del poder oligárquico, bajo el pretexto de resistir a la presión de la globalización. Desde los años noventa, existe no sólo en América Latina sino también en otras naciones, como las de Europa del Este, un paulatino desvío hacia formas de “democracias delegativas”, según las designó O’Donnell, o de neo-populismo, según otros autores. Estos regímenes están caracterizados por el encumbramiento de un líder populista que se presenta como un salvador que habrá de pulsar directamente las necesidades y deseos de la masa de individuos, especialmente de los que se sienten excluidos de la corriente central de la democracia institucionalizada. Así se retroalimentan los regímenes populistas sustentados sobre un partido hegemónico, que se nutre con los recursos tanto del estado como de la corrupción protegida por éste para solventar los medios con los que sufraga una base clientelista de marginados del sistema por sus mismas políticas.

Palabras clave: Democracia – Oligarquía – Globalización – Capitalismo Financiero – Crisis – Populismo

 ver pdf
 ePub (Kindle, iPad, eBook Readers)